lunes, 12 de mayo de 2008

CONFESION MULTIPLE

-Ave María purísima.
-Sin pecado concebida hijo.
-Padre he pecado.
-Cual es el problema chico.
-He pensado en una señora,
mancillado su silueta,
he manchado su matrimonio,
su lecho y moqueta.
He revuelto en sus entrañas,
mientras su marido labraba,
he devuelto su persona
a la juventud exagerada.
-Nada hijo reza mucho,
padrenuestros veinticinco,
y, de salmos un monton,
¿pero quien ha sido?
-Mi señor, la Carmela,
la que vive cerca mía,
-Pero joven como ha sido,
si es mujer de buena vida.
-Nada raro mi señor,
pegado yo a ella
en el bus de la mañana
mi señora se restriega.
Día si día también,
y mi carne no es estática,
pidio guerra la señora,
concesión automática.
-Pero hombre, no exagere,
carne debil es la suya,
por su cuerpo corre bulla,
pero no se desespere.
Yo soy buen aconsejado,
en los temas del carnal,
como cura me he aguantado,
de los tientos del amar.
-Padre, la mentira es pecado,
la señora es habladora,
en la cama me ha contado
que usted a ciertas horas ...
-Su silencio vale oro,
la señora debe cuentas,
no me diga a nadie nada
de la azaña que me suelta.
-Mi señor, boca cerrada,
confesado mi error,
viendo que es común
ya me siento yo mejor.
Muchas gracias compañero
por su grata compresión,
compartamos agujero,
pero con grata protección.
-Se agradece su silencio
caballero afortunado,
protegido este legado,
las palabras se las llevo el viento.

No hay comentarios: